lunes, 22 de julio de 2013

SUPERVITAMINOSIS en el Deportista (I)


La población en general y los deportistas en particular tenemos la creencia de que hay que tomar micronutrientes (vitaminas, oligoelementos y/o minerales) para complementar nuestra dieta, ya sea porque nos han hecho creer que ésta es escasa, por  las enfermedades o por el ritmo de vida y estrés de hoy día.
Ya en 1980 en Estados Unidos, sesenta millones de personas tomaban algún suplemento vitamínico con la  certeza de que lo necesitaban para completar un déficit o sanar alguna enfermedad, sin embargo, el National Academy of Sciences Committee on Dietary Allawances no encontró, en sus numerosos estudios, ninguna prueba científica de que hubiera beneficios nutricionales por ingerir dosis superiores de micronutrientes a las que proporciona una dieta equilibrada.
Actualmente, más de la mitad de la población estadounidense toma vitaminas sintéticas de algún tipo. Se cree que el origen de esta “fiebre por las vitaminas” está en los estudios realizados por Linus Pauling (Premio Nobel de Química en 1952 y Premio Nobel de la Paz en 1964), el cual al desarrollar a sus 40 años una forma grave de la enfermedad de Bright se puso en manos de Thomas Addis, médico que recetaba a sus pacientes mayores consumos de vitaminas y sales minerales. Así, Pauling empezó a investigar y descubrió que la Vit C en grandes dosis podía prevenir los resfriados y, posteriormente, en 1970 publicó “Vitamin C and the common cold” (vitamina c y el resfriado común) dónde además verificaba que numerosas enfermedades podían ser curadas con más cantidad de vitaminas sintéticas, entre ellas, el cáncer. Entonces, si una persona con tanto renombre tomaba cantidades altas de vitaminas que supuestamente lo curaban todo, ¿cómo no iban a ser buenas para el resto de la población? Pues eso es lo que se estuvo creyendo durante años hasta que en 1994 cuando su mujer murió de cáncer tuvo que afirmar que no estaba en lo correcto y 7 meses después falleció él también de cáncer. De hecho, hoy día, las últimas investigaciones apuntan a que el ingerir un exceso de vitaminas sintéticas está directamente relacionado con el aumento de los cánceres de próstata, anginas de pecho y arterioesclerosis.
Sin embargo, las farmacéuticas no iban a dejar pasar este auge y desconocimiento de la verdad por la población y, como siempre, de ello se aprovechan. ‘Compran’ a los médicos en su afán por vender sus medicamentos y complejos vitamínicos, para que éstos nos las receten y recomienden como si fueran la purga Benito.

     
 
  Imagen que aparece en cualquier buscador cuando escribes "vitaminas"
Así que vamos a poner las cosas claras. Las vitaminas son esenciales para regular cientos de reacciones químicas en nuestro organismo, cosa que nuestro cuerpo ha estado haciendo solito durante millones de años y, esto sólo es posible, porque las verdaderas vitaminas están en los alimentos, entonces ¿por qué resulta que ahora sí necesitamos suplementos de farmacia???
Deberíamos tener en cuenta, en vez de tomar vitamina sintética, los alimentos y sustancias que nos ‘roban’ ciertas vitaminas:
-          Tomar sal en exceso impide la correcta asimilación intestinal de las vitaminas. (tener en cuenta que tenemos sal en snaks, frutos secos, embutidos, patatas fritas,….y no sólo en la sal que echamos a las comidas).
-          El alcohol y el azúcar neutralizan las vitaminas A, B1, B6 y ácido fólico.
-          El tabaco es el mayor factor desmineralizante además de interferir en la asimilación de la Vit C y la aspirina triplica el porcentaje de excreción de ésta.
-          La cafeína destruye las vitaminas del grupo B y el magnesio, inhibe la absorción del hierro y  desequilibra los niveles de sodio potasio. El café nos desmineraliza por completo.
-          La penicilina de los medicamentos destruye las Vit B6, K y la niacina.
-          Los laxantes eliminan del organismo las Vit A, D, E, K, además del calcio y fósforo.
-          La píldora anticonceptiva interfiere en la acción de las vitaminas B6, B12, C y ácido fólico (ojo!!! mujeres deportistas)
-          Los lácteos son altos en sodio contribuyendo a un desequilibrio en el metabolismo del calcio, la sangre necesita calcio y lo ‘coge’ de los huesos. Así que al contrario de lo que nos hacen creer, la leche de vaca no nos proporciona calcio sino que nos lo roba.

Así que, mi objetivo con este post es que quede claro que TODO, TODO Y TODO está en una alimentación correcta y equilibrada que nos aporte y no nos robe lo que necesitamos día a día. Y para los deportistas por supuesto que no iba a ser menos, incluso yo diría que con más razón para que “funcionemos” al 100%.
Si los atletas más excépticos aún no tenéis demasiadas justificaciones para no tomar suplementos vitamínicos, debéis saber que la mayoría de estos complejos que encontramos en el mercado se sintetizan a partir del  alquitrán del carbón y de otros derivados del petróleo. Y que, además, las vitaminas sintéticas pueden sustituir parte pero no a todas las funciones de las vitaminas naturales.
En la segunda parte de este artículo encontraréis los micronutrientes que nos aporta cada alimento y para qué sirven. Estad atentos a siguientes posts .
A supervitaminizarse pero como dios manda y a correr!!!

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